El otro día hubo que cargarnos de provisiones en Ainsa.Es lo que tiene ir de campista que uno se queda sin viveres de vez en cuando. Bajamos a dar una vueltecilla a Ainsa y nos topamos con este artesano que nos enamoró su trabajo.Finalmente nos hicimos algún regalillo para quedarnos de recuerdo del Sobrarbe. El artesano se llama Jesus Sanz. Probablemente muchos ya lo conocéis de sobra pues lleva 30 años trabajando con su mujer mano a mano.
Su hijo Pablo, muy amable aunque encantadoramente reservado nos contestó nuestras preguntas.
Nos contó que sus padres son de Zaragoza pero cuando él tenía 3 años decidieron irse a vivir a la localidad de Fago.Su mujer siempre le ha ayudado en su trabajo. De hecho, es la que pinta toda su obra. Figurita a figurita.Jesus Sanz tuvo claro desde el principio que él quería hacer cerámica. Le han hecho muy famoso sus gamberras bailarinas, sus jabalies y sus escenas de profesiones tan características y lo han convertido en único.
Cada año intentan innovar con algo. Este año han creado el rincón del naturalista. Han hecho una colección de simpáticos insectos: libélulas, mariposas, escarabajos peloteros, tarantulas,escorpiones,...
Pablo,por su parte, ha decidido que no quiere seguir la tradición, que a él le interesan otras cosas.
Si queréis algún encargo podéis contactar con él a través del correo sanz@pirineo.com.
Nosotros nos lo hubieramos llevado todo a nuestras casicas pero elegimos un pájaro de lo más gracioso y un buitre que está como despistado.No os perdais una visita a esta tienda la próxima vez que visiteís Ainsa.